Los supositorios uretrales y penianos son opciones de tratamiento innovadoras para los hombres que sufren disfunción eréctil (DE). Se trata de pequeños gránulos medicinales que se introducen en el pene para estimular la erección. El principal agente intrauretral aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para estos supositorios se denomina supositorio uretral medicado para la erección (MUSE®).
El principal principio activo de estos supositorios es un medicamento conocido como alprostadil. El alprostadil actúa aumentando el flujo sanguíneo al pene, lo que posteriormente crea y mantiene una erección. Cabe destacar que el alprostadil es sólo uno de los muchos tratamientos posibles para la disfunción eréctil, con otras modalidades de tratamiento que incluyen medicamentos orales como el sildenafilo (Viagra), el vardenafilo (Levitra, Staxyn), el tadalafilo (Cialis) y el avanafilo (Stendra).
El alprostadil es la pieza clave de los supositorios uretrales y penianos en el tratamiento de la disfunción eréctil. Su función va más allá de la mera creación de una erección: también ayuda a mantenerla. La función del alprostadil pone de relieve su papel único en el tratamiento de la disfunción eréctil. Curiosamente, el alprostadil no sólo se utiliza en los supositorios uretrales. También es un ingrediente fundamental en otras formas de medicación para la disfunción eréctil, incluso las que se administran mediante inyecciones.
El alprostadil pertenece a un grupo de medicamentos conocidos como vasodilatadores.
Al aumentar el flujo sanguíneo al pene, los vasodilatadores como el alprostadil actúan esencialmente como catalizadores de la respuesta eréctil, por lo que son cruciales para el tratamiento satisfactorio de la disfunción eréctil.
El supositorio se introduce en el orificio uretral, que es la pequeña abertura situada en la punta del pene. Después de orinar, se introduce todo el supositorio en la uretra para iniciar su efecto. A continuación, el supositorio se disuelve y aumenta el flujo sanguíneo, lo que provoca una erección.
El tiempo es crucial en el tratamiento de la disfunción eréctil con supositorios uretrales y penianos. Después de insertar el supositorio, es aconsejable sentarse, levantarse o caminar durante unos 10 minutos para aumentar el flujo sanguíneo al pene y optimizar así el efecto del tratamiento.
El uso correcto de estos supositorios y otros medicamentos para la disfunción eréctil es crucial para garantizar la eficacia y la seguridad. Es esencial seguir estrictamente las etiquetas de la receta y no utilizar el medicamento con más frecuencia de la indicada. La dosis depende de la potencia del medicamento. El uso de estos medicamentos está destinado exclusivamente al pene.
La higiene es una parte integral del proceso de utilización de supositorios uretrales y penianos. Lavarse las manos antes y después del uso es imprescindible para evitar la introducción de gérmenes y bacterias no deseados en la uretra, que podrían provocar infecciones.
En caso de duda o preocupación sobre el medicamento o su uso, es fundamental consultar al médico o al farmacéutico. Ellos pueden proporcionar la orientación necesaria y ayudar a responder cualquier pregunta sobre estos medicamentos, garantizando su uso seguro y eficaz.